
Fotografía: Mauricio Oliver
Si han visto la cómica escena de “When Harry met Sally” en donde Meg Ryan finge un orgasmo en pleno restaurante y en donde la señora de la mesa de junto le dice al mesero: “I´ll have what she’s having”, ubican Katz’s Delicatessen.
Resulta que este restaurante no solo es famoso porque ahí se filmó esa escena, sino porque es el deli más viejo de Nueva York fundado en 1888.
Tomamos el metro hacia el Lower East Side para ir a probar sus icónicos sandwiches de pastrami.
Entramos a un clásico y acogedor deli. Nos dieron un papelito rosa y nos quedamos sin saber qué hacer (después nos enteramos que si lo pierdes, te cobran la módica cantidad de $50 USD).
Nos acercamos tímidamente a la barra en donde los encargados rebanaban con una destreza admirable el pastrami y el corned beef (carne en conserva) y preparaban los sandwiches.
Resultó que los encargados eran cubanos y se apiadaron de nosotros y nos explicaron la dinámica del lugar en “espanglish”.
Te formas en la barra, pides tu sandwich, te piden tu papelito y lo marcan. Luego, te formas en la caja, pides tus guarniciones, pagas y esperas a que te entreguen.
Nos dijeron que si era nuestra primera vez ahí nos recomendaban pedir el “Sandwich de Pastrami” y eso hicimos.
Después, nos formamos, pedimos una ensalada de papa, pagamos y nos entregaron un sandwich gigante de pastrami que rayaba en lo caricaturesco.
Nos sentamos y nos quedamos admirando las cientos de fotografías de los dueños posando con los famosos que han visitado Katz’s.
Contemplé por un segundo el titánico sándwich que estaba por comerme. Pan de centeno, mostaza, kilos de pastrami y, por supuesto, una montaña de pepinillos a un lado.
Uno diría ¿pero cómo un sandwich así tan simple, sin queso, sin mayonesa? Pues en este caso, en verdad, no es necesario.
No pretende ser más que un delicioso sándwich de pastrami y no agregan ingredientes innecesarios que lo puedan opacar.
El pastrami se deshace en tu boca. La acidez del pan y la mostaza contrastan muy bien con el sabor casi dulzón de la carne y el pepinillo siempre agrega ese sabor agridulce y textura crujiente en cada bocado.
El pastrami es carne de res curada y ahumada. Es decir, es carne que se deja sazonar por varios días.
En el caso de Katz’s, el proceso de curado de la carne es de hasta 30 días y esto se refleja en su sabor y suavidad.
La ensalada de papa con mayonesa ( o mayonesa con papa, en este caso) añade un sabor familiar al sándwich.
No sólo tiene sándwiches riquísimos, sino que Katz’s es una de esos lugares con mucha historia que me encantan.
Desde inicios del siglo XX, fue el punto de reunión para la comunidad de inmigrantes del vecindario que se juntaba todos los viernes a comer “franks and beans” o hot dogs con frijoles.
También, fue ampliamente frecuentado por actores, cantantes y comediantes que presentaban en teatros cercanos al restaurante.
Además, durante la Segunda Guerra Mundial, los hijos de los dueños del deli fueron a pelear y se volvió una tradición enviarle embutidos a los soldados. De ahí, se acuñó la famosa frase “Send A Salami To Your Boy In The Army”.
Otra famosa frase escrita en un letrero afuera del lugar es: “Katz, that’s all” (“Katz, eso es todo”).
Resulta que cuando el dueño mandó a hacer el letrero para el deli, le pidió al pintor que dijera “Katz” y luego dijo “eso es todo”. Pero el pintor entendió mal y dibujó un letrero que a la fecha dice: “Katz, eso es todo”, frase que se volvió el eslogan del restaurante.
Si algún día quieren probar uno de los mejores sándwiches de pastrami que hayan comido, vayan a Katz’s, eso es todo.